La Cirugía de la Presbicia (Vista Cansada) es un conjunto de tratamientos quirúrgicos que tienen como objetivo modificar el poder de refracción del ojo, para corregir los defectos visuales como la Miopía, Hipermetropía, Astigmatismo y la Presbicia.
Previo a la realización de una Intervención Quirúrgica es necesario la realización de un exhaustivo estudio previo, cuyo objetivo es descartar factores de riesgo que contraindiquen este tipo de procedimientos y determinar que técnica es la más conveniente para cada paciente.
Dr. Joaquín Fernández, cirujano especialista en Cirugía Refractiva, Presbicia y Cataratas.
Contamos con la Tecnología más avanzada para la Corrección de los defectos de visión.
Equipo Multidisciplinar formado por Oftalmólogos y Optometristas para ofrecer una Atención Visual Integral.
Departamento de Investigación y Evidencia cuyo objetivo es ofrecer la mayor Seguridad a nuestros Pacientes.
Basar la Aplicación de la Medicina en función a la Evidencia Científica publicada al respecto, con el fin de garantizar la mayor Seguridad al Paciente.
Nuevo paradigma en la Atención Médico-Paciente, basada en dar una respuesta a las necesidades del individuo basadas en resultados.
Toñi Moreno, periodista y presentadora de TV nos explica su experiencia tras haber corregido con Láser su Presbicia, Miopía y Astigmatismo.
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Nuevo es mejor
Este Concepto Clave tiene una alta relevancia ya que estamos experimentando una gran revolución en el mundo de la tecnología, ofreciéndose una infinidad de tratamientos nuevos, tecnológicamente impresionantes.
Por ello, hay que tener cuidado a la hora de dejarse llevar y decidirse por aquellos tratamientos actuales, los cuales asumimos que son mejores simplemente porque son nuevos, más caros o tecnológicamente impresionantes. Sin embargo, en promedio, la probabilidad es muy pequeña de que estos tratamientos sean mejores que otros tratamientos disponibles.
Los efectos secundarios de algunos tratamientos tardan en aparecer, además estos efectos secundarios puede que no se sepa si aparecerán sin un seguimiento a largo plazo. Por ello no se debe asumir que un tratamiento es mejor o más seguro simplemente porque sea nuevo, de marca, más caro o tecnológicamente impresionante.
Antiguo es mejor
Este Concepto Clave tiene como objetivo principal resaltar la importancia del conocimiento de los tratamientos aplicados en la práctica clínica.
Se suele asumir que aquellos tratamientos que se usan ampliamente o durante mucho tiempo funcionan ¿Cuál es el error al asumir esto? Estos tratamientos utilizados durante mucho tiempo puede que no tengan o no conozcamos los daños que producen, por lo tanto se asume que estos tratamientos no tienen efectos secundarios. Sin embargo, no conocemos si estos tratamientos son realmente efectivos, simplemente creemos que son efectivos y seguros porque se utilizan en la práctica clínica desde hace mucho tiempo y están muy bien establecidos.
Por lo tanto, no se debe asumir que los tratamientos son beneficiosos o seguros simplemente porque se usan ampliamente o se han utilizado durante mucho tiempo, a menos que estos tratamientos hayan sido evaluados rigurosamente y esto se haya demostrado en revisiones sistemáticas de comparaciones justas de tratamientos.
Un Estudio Muestra ...
Este concepto pretende transmitir a la sociedad la importancia de las comparaciones de los tratamientos, ya que una única comparación entre tratamientos difícilmente proporciona evidencia concluyente.
A partir de este concepto nos preguntamos: ¿Son todas las comparaciones justas y fiables? La respuesta a esta pregunta es NO. Las decisiones sobre un tratamiento requieren revisiones sistemáticas de comparaciones justas de tratamientos, es decir, comparaciones diseñadas con el objetivo de minimizar el riesgo de errores sistemáticos y aleatorios. Puede que nos encontremos ante resúmenes no sistemáticos que pueden ser engañosos. Por lo tanto, no todas las comparaciones de tratamientos se consideran comparaciones justas.
Verifique la evidencia de las comparaciones de los tratamientos. Un tratamiento debe ser comparado con algo más para poder entender que pasaría sin el tratamiento. Para que las comparaciones entre los tratamientos sean justas, la única diferencia importante entre los grupos de comparación debe de ser los tratamientos que reciben. Comparaciones de tratamientos mal formuladas y revisiones no sistemáticas de comparaciones de tratamientos pueden ser engañosas. No obstante, la forma en que se describen los efectos del tratamiento también puede proporcionar información engañosa.